La vida puede ser maravillosa
Eran las 23:30 de ayer viernes. Nos disponíamos a pedir nuestra cena en el Friday’s de Gran Vía después de pasar una pequeña odisea, que tal vez cuente en otro momento, cuando Dieguete miró su iPhone y nos lo dijo, «Ha muerto Andrés Montes». No nos lo creíamos, así que todos los demás sacaron sus HTC’s para mirar en diferentes páginas de noticias.
En todas ellas aparecía la noticia que todos conocemos a esta hora del día. Fue un pequeño bajón, seguido por la invasión de nuestra memoria por sus frases más conocidas, jugón, tiki-taka, trriiiiiiiiple, y un larguísimo etcétera. Acto seguido brindamos por el amigo Andrés, que en estos momentos quiero creer que está en un lugar mejor.
En mi memoria siempre quedarán esas frases que antes he comentado, pero también la retransmisión del Oro en el Mundial de Japón, la Plata en el Europeo de España, la Plata en los JJ.OO. de Pekín, y el reciente Europeo de Polonia. Además de todos los partidos que conseguí ver de la NBA, que aunque el baloncesto no me entusiasma, siempre me ponía a verlos sólo por oir sus comentarios. Su fichaje por la Sexta fue un pequeño vuelco en su carrera, dejaba de lado el deporte que siempre había amado para restransmitir ese que es el deporte rey, pero Andrés no se acojonó achantó, y personalmente creo que le dió un nuevo enfoque, uno muy característico, aunque pienso que no terminó de cuajar.
«La vida puede ser maravillosa», decía, en la que sin duda es una de las mejores frases que he escuchado, y creo que ese matiz de puede, es el que le da el encanto. Ahora mismo la vida es un poco menos maravillosa. Hasta siempre Andrés.
Andrés Montes. DEP.
Libera la Locura 